Una de las modalidades de contratación que se está promoviendo últimamente es el contrato de formación y aprendizaje. Este tipo de contrato tiene varias particularidades y no es válido para todo el mundo. Hoy, te traemos este post para conocer un poco más en profundidad el contrato de formación.
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Objeto de este tipo de contrato
Tal y como recoge la web del SEPE, el contrato para la formación y el aprendizaje tiene por objeto la cualificación profesional de los trabajadores, en un régimen de alternancia de actividad laboral retribuida en una empresa, con actividad formativa recibida en el marco del sistema de formación profesional para el empleo o del sistema educativo.
Es un instrumento destinado a favorecer la inserción laboral de los jóvenes y su objetivo final es la cualificación profesional de los trabajadores. La actividad formativa se recibe en el marco o bien del sistema de formación profesional para el empleo (Certificados de profesionalidad) o del sistema educativo (Título de Formación Profesional).
Esto se traduce en que el contrato de formación y aprendizaje es una modalidad laboral mediante la cual una parte de tu jornada laboral la dedicas a trabajar, pero otra consiste en formación. Así pues, unos días a la semana tendrás que acudir a realizar la formación. Y esa formación no es una formación privada, sino que se al finalizar tu contrato de formación podrás obtener un título o certificado de profesionalidad o bien de formación profesional. Es decir, un título con validez real a nivel nacional y europeo.
A quién se dirige el contrato de formación y aprendizaje
Para poder acceder a un contrato de formación se debe tener entre 16 y 25 años, pues la mayoría de los beneficiarios serán jóvenes que estén dentro del sistema de Garantía Juvenil. Aunque en el caso de personas con discapacidad, colectivos de exclusión social en empresas de inserción y alumnos de Escuelas-Taller, Casas de Oficio Talleres de Empleo y Programas de Empleo-Formación, no habrá límite de edad. Y por supuesto, no hay que tener una cualificación profesional para poder desempeñar el trabajo para el que se contrata. Recordemos que el objetivo fundamental es que la persona adquiera las competencias y conocimientos necesarios a la vez que realiza el trabajo: el nivel de exigencia debe ser acorde a este objetivo.
Particularidades del contrato de formación
Tal y como señalamos, este contrato combina formación y trabajo. Para ello se estructura de forma clara la organización de los tiempos. Por ello, la duración mínima del contrato será de un año, la máxima de tres, para dar tiempo a realizar la formación vinculada al mismo. La jornada se distribuirá entre actividad laboral y actividad formativa. El primer año, el 75% de la jornada será trabajo y el 25% restante, formación. Durante el segundo y tercer año, el 85% de la jornada será trabajo, el 15% restante formación.
La formación se puede realizar tanto de manera presencial como a distancia. Antes de iniciar el contrato, se firmará un acuerdo de formación donde se especificará la titulación o titulaciones que se obtendrá, cómo se realizará la formación, el centro de estudios que la impartirá, los días y horas que deberá acudir el trabajador, etc.
Muchas personas tienen muchas dudas con respecto al salario. El salario en el contrato de formación no podrá ser inferior al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en proporción al tiempo de trabajo efectivo. Es decir, si trabajo efectivamente un 75% de jornada, el salario será el 75% del marcado por convenio según el sector profesional. Para un salario de 1.000 € mensuales, cobraré 750€ al mes.
Beneficios para el trabajador
El contrato de formación y aprendizaje tiene múltiples beneficios para los trabajadores. El primero es la obtención de la cualificación profesional, no olvidemos que no se requiere ninguna titulación ni experiencia para poder acceder a él, ambos dos de los requisitos que habitualmente dificultan el acceso a ofertas de trabajo a las personas jóvenes. Es una gran oportunidad para que las personas jóvenes accedan al mercado laboral. Por otro lado, no olvidemos que cotiza al desempleo. Esto significa que una vez finalizado el mismo, tienes derecho a tu prestación, al igual que con cualquier otro contrato. Otro beneficio es la duración del mismo. La temporalidad hoy en día es muy grande, y obtener la oportunidad de tener un contrato de un año de duración es algo a tener en cuenta.
Beneficios para la empresa
Para la empresa también existen varios tipos de beneficios: bonificaciones a las cotizaciones a la seguridad social, financiación de la formación, etc. Pero no olvidemos que también un gran beneficio es el poder acceder a jóvenes con ganas de trabajar y de aprender, lo cual es una gran oportunidad para ampliar la plantilla de la empresa.
Sin duda, una modalidad de contratación con grandes beneficios para jóvenes y para empresas.
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